SIENTE UN SIRIO A SU MESA

A Occidente, habría que replicarle lo que al varón que ayudaba en casa. De ayudar, nada, macho: co‑laborar, trabajar‑con, o sea devolver a pueblos y países expoliados, expropiados y exhaustos, lo que es suyo, que a ver cuándo se plantea, como deuda histórica, dentro de una Conferencia internacional para un mundo más justo.

Deja un comentario